Otra
fecha que se acerca, un día marcado dentro de un calendario siempre
lleno de ganas, descontento y alguna que otra victoria.
El 23 de
octubre se fija como jornada de lucha estudiantil a nivel estatal y
también andaluz, donde el Bloque Andaluz Sindical Estudiantil (BASE)
aprovecha para intensificar su lucha diaria y dar un empujón a una
de sus reivindicaciones más fuertes, el B1 gratuito sí o sí.
La corta
historia de esta coordinación andaluza llamada BASE ya cuenta con
una victoria significativa e importante para las y los estudiantes de
toda la comunidad. Gracias a las continuas movilizaciones y presión,
hoy podemos fraccionar el pago de nuestra matrícula hasta en 5
plazos. Esta victoria puede entenderse como parcial ya que no acaba
con la raíz del problema pero es el resultado de una organización
continua que supone para muchxs compañerxs la posibilidad de dar
continuidad a sus estudios. La no expulsión de ningunx estudiante
por motivos económicos, un paro lectivo y académico regulado o la
igualación del precio de la matrícula de master a la de grado son
otras de las reivindicaciones centrales de la organización que se
van materializando en cada sindicato provincial.
En
Granada, la Coordinadora Sindical Estudiantil (CSE), organización
principal de la lucha estudiantil granaina sigue trabajando tanto
estas reivindicaciones como, por ejemplo, la solución para lxs
estudiantes con asignaturas a extinguir o para las convocatorias casi
agotadas de examen, además de seguir en pie en cada acto organizado
por el “magnífico” rector de la UGR, el señor Francisco
Gonzalez Lodeiro, ese que nos dice que si queremos un B1 más
asequible nos vayamos a Cádiz a por el. Y como no, recibiendo las
desmedidas respuestas represivas que este y otras muchas acciones
suponen. Claro ejemplo de ello fue el acto de inauguración del curso
académico de este año, acto en el participó el “magnífico” y
la señora Susana Diaz. Esa mañana volvimos a probar desde muy cerca
que a la UGR no le gusta la opinión de estudiantes descontentxs.
Solo cuatro compañerxs pudimos entrar y permanecer en el acto. Unos
15 minutos escuchando discursos que alababan el actual funcionamiento
de la UGR con sus consiguientes políticas mientras planificábamos,
con la adrenalina a flor de piel, el “acto suicida” que más
tarde acabaría con unos por los suelos y otras por los aires y es
que ni una sola reivindicación pudimos gritar antes de que nos
desalojaran haciendo gala de poca simpatía y mucho asco.
Identificadas y esperando a ver que pasa seguimos pensando en
intensificar la lucha, o al menos, algunas de nosotras lo seguimos
pensando.
Por ello,
este 23 de octubre se vuelve a remarcar en nuestro calendario, toca
volver a salir a la calle para demostrar la acumulación de fuerzas y
el arranque de un nuevo curso político que se plantea más que
prometedor.
A expensas de saber que sucede tanto este día, como los
previos y siguientes, solo queda repetir que el sindicato en el que
participo no es la organización perfecta, pero en cuanto a trabajo,
dedicación y capacidad de respuesta no nos han superado hasta el día
de hoy. Criticas podría hacer como la que más ya que sí conozco el
funcionamiento interno de primera mano, pero creo más en el cambio y
la potencialidad de este que de las nuevas alternativas que se ven
apareciendo en el panorama granaino, ojalá y el rumbo cambie y se
llegue a algo, hasta entonces la lucha se dará más en el día a día
que en las calles.