Heteronormatividad
y patriarcado, dos construcciones sociales que marcarán toda aquella
liberación personal haciendo que se desarrolle en función de algo
con lo que nacemos, pene o vagina, solo, y repito, solo, contempla
estas dos opciones (aquí la palabra intersex aun causa miedo...).
Según
el patriarcado hay una escala dentro de la propia raza humana, esta
escala está marcada por una dura jerarquía, hombres y mujeres.
Estos “primeros” primero y arriba, como no... y estas “segundas”
abajo, al final... simplemente por esa concepción que el primer
grupo se sacó de no sabemos donde que dice que somos débiles,
sensibles, lloramos... será culpa de nuestras vaginas... y claro,
por ello, necesitamos, un principito azul que nos venga a salvar, a
amar y a todas esas tonterías, si, tonterías.
Ya lo
he dicho una y mil veces, no somos ni débiles, ni víctimas, ni
pasivas, no, somos mujeres capaces de hacer todo lo que nos
propongamos, nuestras vaginas no nos hacen inferiores, todo lo
contrario. Y claro está, a ningún hombre lo hace fuerte su pene,
nuestros sexos son eso, sexos, no provocan ni superioridad ni
inferioridad.
¿Y la
heteronormatividad donde queda?
Para
mi, esto complejo término hace referencia a las leyes inventadas
simplemente para reprimir y renegar cosas más que evidentes. Somos
personas que nos sentimos atraídas por personas, no existen reglas
que nos marquen hacía donde o quien nos debemos declinar, por mucho
que la heteronormatividad trate de establecer algo fijo, bueno,
normal, sano... no podemos negar que cada persona es un mundo, y que,
a cada mundo le pone una cosa diferente. Aquí nada es correcto o
incorrecto, son relaciones, simples relaciones que se dan de la forma
más simple y sencilla que se puedan esperar. Aquí todo vale y cada
quien pone sus propios límites, ni gobierno, ni iglesia, ni
sociedad, ni barrio, ni nada pueden intentar reglar tus deseos bajo
la escusa de esta heteronormatividad que lo único que hace es
negarnos el derecho de disfrutar de nuestros cuerpos y de los cuerpos
de lxs demás como deseamos y desearían.
Al
igual que tratamos día a día con pequeñas acciones acabar con el
machismo que hay en la sociedad también deberíamos intentar hacerlo
con esta heteronormatividad que nos asfixia. Educar y enseñar que no
hay algo fijo y válido, que cada unx debe decidir que quiere por sí
mismx, la sexualidad debe de dejar de tratarse como tema tabú
estrictamente ligada a la intimidad, ¿es que acaso no todxs somos
seres sexuales? ¿Porque seguimos negando lo evidente? ¿Porque nos
reprimimos por el que dirán?
No hay comentarios:
Publicar un comentario