viernes, 10 de enero de 2014

Heteronormatividad que ahoga.

      Heteronormatividad y patriarcado, dos construcciones sociales que marcarán toda aquella liberación personal haciendo que se desarrolle en función de algo con lo que nacemos, pene o vagina, solo, y repito, solo, contempla estas dos opciones (aquí la palabra intersex aun causa miedo...).

      Según el patriarcado hay una escala dentro de la propia raza humana, esta escala está marcada por una dura jerarquía, hombres y mujeres. Estos “primeros” primero y arriba, como no... y estas “segundas” abajo, al final... simplemente por esa concepción que el primer grupo se sacó de no sabemos donde que dice que somos débiles, sensibles, lloramos... será culpa de nuestras vaginas... y claro, por ello, necesitamos, un principito azul que nos venga a salvar, a amar y a todas esas tonterías, si, tonterías.

      Ya lo he dicho una y mil veces, no somos ni débiles, ni víctimas, ni pasivas, no, somos mujeres capaces de hacer todo lo que nos propongamos, nuestras vaginas no nos hacen inferiores, todo lo contrario. Y claro está, a ningún hombre lo hace fuerte su pene, nuestros sexos son eso, sexos, no provocan ni superioridad ni inferioridad.

¿Y la heteronormatividad donde queda?

      Para mi, esto complejo término hace referencia a las leyes inventadas simplemente para reprimir y renegar cosas más que evidentes. Somos personas que nos sentimos atraídas por personas, no existen reglas que nos marquen hacía donde o quien nos debemos declinar, por mucho que la heteronormatividad trate de establecer algo fijo, bueno, normal, sano... no podemos negar que cada persona es un mundo, y que, a cada mundo le pone una cosa diferente. Aquí nada es correcto o incorrecto, son relaciones, simples relaciones que se dan de la forma más simple y sencilla que se puedan esperar. Aquí todo vale y cada quien pone sus propios límites, ni gobierno, ni iglesia, ni sociedad, ni barrio, ni nada pueden intentar reglar tus deseos bajo la escusa de esta heteronormatividad que lo único que hace es negarnos el derecho de disfrutar de nuestros cuerpos y de los cuerpos de lxs demás como deseamos y desearían.

      Al igual que tratamos día a día con pequeñas acciones acabar con el machismo que hay en la sociedad también deberíamos intentar hacerlo con esta heteronormatividad que nos asfixia. Educar y enseñar que no hay algo fijo y válido, que cada unx debe decidir que quiere por sí mismx, la sexualidad debe de dejar de tratarse como tema tabú estrictamente ligada a la intimidad, ¿es que acaso no todxs somos seres sexuales? ¿Porque seguimos negando lo evidente? ¿Porque nos reprimimos por el que dirán?
    

No hay comentarios:

Publicar un comentario