domingo, 19 de enero de 2014

¿Qué nos está pasando?

     Ya lo veníamos avisando, los recortes en educación, sanidad, sociales... no escondían tras de sí otra cosa que la exclusión y empobrecimiento de la clase obrera.

     La subida de tasas, el aumento de los requisitos para obtener beca, ese 6.5 de media del que dependiamos más del 80% de lxs estudiantes universitarixs de todo el Estado no era otra cosa que expulsarnos de la universidad de una forma muy sutil, ya que aun pasando la nota, y no llegando a una renta anual de más de 7.000€ miles de compañerxs se están viendo obligados a abandonar sus estudios. Y es así, no están premiando ninguna excelencia, no quieren que estudiemos si no es teniendo dinero por delante, y esto solo ayuda a precarizar nuestras vidas, ¿pero no os dais cuenta que la UGR? Nos hipoteca la matricula con un “pago fraccionado” con bancos de por medio mientras Lodeiro, el rector de la UGR, pasea en coches oficiales y nos nombra la caridad y el irnos a Cádiz cuando pedimos un B1 gratuito. Es una vergüenza, una completa vergüenza que mientras nos desahucian de nuestras casas, de nuestras aulas nos llaman terroristas por luchar. Terrorismo es decir que estamos al final del túnel como dice el tan magnífico “señor” Montoro, o la represión que cada día sufrimos lxs que salimos a la calle a luchar defendiendo lo nuestro, palos, pelotas de goma, y la nueva, cañones de sonido...

     Que nos roban, nos hipotecan el futuro y nos insultan al mismo tiempo.

     Y lo triste es que hasta que esto no nos llega muchxs ni se estremecen.... “bah! ¿Para que preocuparme si no me ha pasado a mi?” El problema es que hoy no eres tu, pero... ¿y el día que lo seas? O tienes un graaaan colchón de dinero o tienes todas las papeletas para ser la siguiente, te pueden dejar sin beca para “premiar la excelencia de el o la hija de”, te pueden sacar a rastras de tu casa para después seguir vendiéndola por encima de su precio, te pueden tener cinco días esperando una cama en el hospital mientras Juan Carlos de Borbón, si, el campechano, no espera ni un santo día para volver a operarse de su cadera destrozada en Botsuana, te pueden multar e incluso llevarte a la cárcel por “herir a un madero que va uniformado como un robot en cada manifestación o concentración”, que han multado a menores de edad por decir: “vergüenza me daría ser policía” que como muchxs mayores dicen: “Si Franco levantara la cabeza contento estaría con lo que sus gaviotas están haciendo” y es que tienen toda la razón, las menores, y lxs mayores.


     Que ya es hora de salir a la calle, ya sean lxs barrenderxs de Madrid, lxs vecinos de Gamonal, las Corralas Triunfo y Utopía, si se puede, si podemos, solo necesitamos luchar, como dice la canción “yo por ellxs madre y ellxs por mí.”
     

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