Feminismo y pelos.

     Depilación si, depilación no, gran debate que nos interesa a las feministas exactamente lo mismo que la media de plumas que tiene las gallinas de mi abuela. Ni más, ni menos.

     Y es que tras haber compartido este tweet en mi facebook ha surgido este gran debate, el de la depilación, no el de las plumas...

     “Esto va mal. Cuando las mujeres pedíamos igualdad no queríamos que los hombres os depilaseis, sino que nosotras pudiésemos dejar de hacerlo.”

     Parece sencillo, no es algo en serio, no es algo que me preocupe, el pelo masculino o femenino no me importa, mi pelo no me importa, así que el que no es mio me importa mucho menos. El problema es que este tweet es un critica, o por lo menos, para mi lo es. Pedíamos y pedimos igualdad y la igualdad no llega, de ahí la crítica de que lo único que se “consiga” es que los hombres, aquellos que por su pene no tienen la “obligación” de depilarse, lo hagan.

     Los estereotipos de género se siguen sucediendo, creando y transformando como este mismo. Las “obligaciones” se van transformando y a las feministas no nos importa que vosotros os depiléis o no, más que nada, porque pensamos, y creo que no hago mal en hablar en general, que esta nueva “obligación” que os creáis beneficia poco o nada a nuestra lucha.

     Que cada cual haga con su pelo lo que quiera, que disfrute de el como quiera, por suerte Gallardón aun no se ha manifestado con respecto a este y mientras no lo haga no creo que nosotras lo hagamos tampoco. No es más feminista la que deja de depilarse o la que viste como un hombre, al igual que tampoco lo es la que viste minifalda y tacón, el feminismo no es eso. Cada mujer puede disfrutar del feminismo como más lo desee. El feminismo trata de empoderarnos, de conseguir una igualdad entre sexos y de romper con los estereotipos de género construidos durante tantos años por un patriarcado rancio para oprimirnos sin motivo alguno.

     Así que chicas y chicos, haced con vuestro pelo lo que queráis, el feminismo por ahora tiene cosas más importantes de las que preocuparse como nuestra limitación de libertad en la cuestión del aborto.