Dejo aquí un fragmento de La Marea que ayer me pasó un compañero de  Alicante.
SILENCIO Y OCULTACIÓN DE LA TORTURA EN EL ESTADO ESPAÑOL
"Si no somos 
hipócritas, uno tiene que entender que si detienes a un señor que ha 
matado a 23 personas y lo interrogas y confiesa, ¿qué es lo que le ha 
hecho confesar? Ha habido golpes, presiones físicas que no dejan huella,
 pero que puedes pensar que se producen. Presiones
 psíquicas, también. ¿Alguien se cree que declaran lo que declaran sin 
coacciones?" Son palabras de Luis Roldán, exdirector de la Guardia 
Civil, en El País, donde reconoció abiertamente el uso institucional de 
la tortura en España.
 
 (...)
 
 Cinco días de golpes, 
humillaciones, insultos, ahogamientos y ejecuciones simuladas. (...) es 
lo que vivió el periodista Martxelo Otamendi en 2003 en el cuartel de la
 Guardia Civil de Intxaurrondo tras ser detenido por el cierre del 
periódico Egunkaria acusado de colaboración con ETA. Cuando Otamendi 
denunció ante el juez instructor las torturas a las que había sido 
sometido, la reacción del Estado fue demandar nuevamente por 
colaboración con ETA a la cúpula de Egunkaria -Ignacio Uria, Xabier 
Alegría y Xabier Oleaga-, por el mero hecho de denunciar las torturas. 
[Siete años más tarde, la Audiencia Nacional absolvería a los acusados 
de Egunkaria]
 
 (...)
 
 [Otamendi, después de que ignorara
 el juez instructor sus denuncias de tortura,] recurrió al Tribunal 
Europeo de Derechos Humanos (TEDH). (...) El Tribunal dio la razón a 
Otamendi y condenó al Estado español por no investigar los hechos 
denunciados y violar el acuerdo internacional que versa sobre la tortura
 y los malos tratos.
 
 (...) desde 2004 se han producido cinco 
sentencias condenatorias más del Tribunal de Estrasburgo en lo relativo a
 la vulneración del convenio de derechos humanos que versa sobre la 
tortura y los malos tratos.
 
 (...)
 
 En 2004, [el Estado 
español] fue condenado por no investigar las denuncias realizadas contra
 15 independentistas catalanes, (...) detenidos en los días previos a la
 celebración de los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona.
 
 (...)
 
 Otras dos sentencias (...) en 2010 por las torturas a Mikel San Argimero Isasa, y en 2011 en el caso de Aritz Beristain.
 
 Las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en nuestro país 
quedaron patentes en el informe del Comité Europeo para la prevención de
 la tortura y de las penas o tratos inhumanos o degradantes (CPT) 
presentado el 30 de abril de 2013 al Gobierno. (...) el CPT había 
identificado evidencia de tortura y malos tratos en 10 de los 11 casos 
estudiados en relación con personas detenidas en régimen de 
incomunicación por la Guardia Civil este mismo año.
 
 (...)
 
 Durante el traslado del País Vasco a Madrid los detenidos fueron 
golpeados con patadas y golpes con la porra (sic). En el transcurso del 
interrogatorio fueron sometidos a la práctica de "la bolsa", que es la 
colocación de una bolsa de plástico duro en la cabeza provocando una 
sensación de asfixia. El CPT relato también cómo uno de los detenidos en
 las dependencias de la Guardia Civil en Madrid fue sometido a la 
tortura del "waterboarding", la asfixia simulada que se hizo tristemente
 famosa por ser el método predilecto de los agentes de inteligencia de 
EEUU en los interrogatorios de los detenidos tras el 11-S. Consiste en 
colocar una bolsa o un trapo en la cara de la víctima y echar agua 
encima, lo cual provoca una sensación de ahogamiento.
 
 Pero sin 
duda el caso más dramático de los recogidos por el Comité fue el de 
Beatriz Etxebarria (...), en marzo de 2011, cuando sufrió la violación 
que se recoge en el informe.
 
 "Mientras llevaba puesta la bolsa,
 le aplicaron vaselina en la vagina y en el ano y le introdujeron un 
palo en el recto, al tiempo que la amenazaban con más abusos sexuales si
 se negaba a hablar (...) después de haberla mojado con agua, le ataron 
electrodos al cuerpo y la amenazaron con aplicarle electricidad", 
detalla el documento.
 
 La Marea, enero de 2014.
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