A menudo
escuchamos noticias de violaciones, asesinatos, maltrato... decimos
que la culpa es de aquellos que lo hacen, “locxs”, “mal de la
cabeza”, “hijxs de puta”, “cabronxs” y demás insultos son
los que recaen sobre aquellxs que llevan a cabo estos actos.
¿Culpa
de una persona? Yo diría que no, ¿podemos culpar a una persona de
sus pensamientos y valores si son producto del las situaciones y
circunstancias en las que se desarrolla? ¿Por que lo hacemos
entonces?
Tenemos
miles de cárceles alrededor de todo el mundo pero no nos preocupamos
de inculcar una educación que deje fuera de ella cualquier tipo de
diferencia o problema entre unas personas y otras. Nuestras
sociedades crían a niñxs individualistas, niñxs, que, desde su más
temprana edad aprenden que han de ser mejor que lxs demás, y, que,
si para ello han de pisarlxs no tienen más remedio que hacerlo.
¿Como
es posible que esperemos educación si no la damos? Y más increíble
aún... ¿como pedimos reeducación? Pensamos que la cárcel puede
reeducar, pero ¿como es esto posible? En pocas cárceles hay
suficiente personal cualificado que tenga posibilidad de ayudar a
alguien, es más, la figura profesional a la que yo aspiro, educadora
social, no existe en muchas cárceles ya que suelen ser funcionarios
de porra con muchos años de servicio que se “forman” en tres
días en una profesión para la que yo tardo cuatro años... pero
¿que esperabais? Welcome to reeducación!
No hay comentarios:
Publicar un comentario