La
voz dormida, trece rosas y, también, la noche de los lápices...
películas que cuentan una realidad que nos tratan de esconder,
historias que a pocxs interesan que se cuenten, asesinatos,
tortura... personas inocentes, niñxs, jóvenes, adultos y ancianx...
y culpables nunca sentenciados militares, policía, iglesia y derecha
en general, dos bandos enfrentados de los que aún se arrastra el
recuerdo.
La
Guerra Civil dejó miles de familias rotas, mujeres y hombres
desaparecidos, muertos o gravemente heridos, secuelas físicas y
psicológicas, imposición de la derecha, represión y la lacra que
aún arrastramos de la iglesia. Pero no solo esto perduró tras la
triste derrota de nuestro bando. El ansia de lucha y libertad aún
impregnaba cada rincón de la “España franquista”, su España,
no la nuestra... y por ello sabían que debían acabar con cada ápice
de este ideal. Cárcel y tortura para aquellxs que tuviesen algún
tipo de relación con lxs comunistas, daba igual tu nivel de afinidad
con este ideal tan genérico, si ansiabas la libertad y despreciabas
la derecha estabas en el punto de mira.
Lágrimas
ahogadas en silencios eternos, esperanzas que se pierden a cada
segundo, ya estaba todo perdido, nada volvería a ser igual.
Y
hoy, años más tarde, aún resuena este recuerdo en nuestras mentes,
recuerdo acallado, ya que lxs culpables nunca fueron juzgadxs y
nuestrxs heroínas y héroes siguen desaparecidos en cunetas, ellxs
han disfrazado su paz con esta falsa transición y democracia,
nosotrxs aun no la hemos encontrado.
Y
todo se vuelve a repetir pero esta vez de una forma más camuflada,
nos saquean, nos engañan, nos privan de derechos fundamentales,
envenenan nuestras mentes, hacen que muramos lentamente. Ellxs siguen
siendo lxs mismxs, burguesxs, iglesia... nos siguen controlando, nos
siguen ahogando... y no hacemos nada para evitarlo...
Es
hora de luchar por lo nuestro, por todo lo conseguido y hoy
arrebatado, por la memoria de aquellxs que lo dieron todo por este
presente que nos siguen arruinando lxs mismxs. Hay que echarlos a
todxs!
Es exactamente como lo describes. Una falsa transición, que fue un pacto de olvido, y un sucedáneo de democracia, en el que a veces nos falta hasta el aire.
ResponderEliminarBuneas y gracias por leerme!
ResponderEliminarPues si, fue un pacto de olvido, de silencio y "entierro" de lo sucedido para que lxs culpables quedarán impunes y todxs aquellxs que perdieron la vida sigueran amontonadxs en cunetas. La democracia nunca ha llegado y no creo que llegue mientras el sistema solo mire las necesidades de una minoria, el poder, el dinero y las elites.